Entrevista al Padre Don Manuel Sevillano Hierro

Don Manuel Sevillano Hierro es un Sacerdote, probablemente conocido para muchos de los rocieros, porque su labor como Vicario de la Parroquia de Almonte, ha dejado constancia de su desinteresada entrega al servicio de Dios y de la Iglesia.

Nacido en Huelva el 1 de abril del año 1975, vive desde muy pequeño su Fe, crece en una familia cristiana y más tarde es él mismo quien decide seguir creciendo y fortaleciendo su seguimiento a Cristo. El año 2000 es Ordenado Sacerdote y desde entonces ha trabajado intensamente en las misiones para las cuales fue requerido. Es mariano, rociero de los pies a la cabeza y ha dado tanto cariño a la gente de Almonte, haciéndose uno de ellos, que los almonteños también le correspondieron con generosidad.
Para conocerle un poco mejor, hemos hablado con él y esto es lo que nos ha contado.



Fecha y lugar de nacimiento: Huelva el 1 de Abril de 1975, tengo ahora mismo 34 años.

Fecha de su bautismo: la fecha no la recuerdo, pero sé que fue en la Parroquia de la Milagrosa de Huelva y me bautizó un padre Paul por el cual rezo todos los días.

Fecha de su Primera Comunión: el año no lo recuerdo, pero sé que fue un 3 de Junio

Fecha de su Confirmación: fue en el mes de Junio de 1993

Fecha de su Ordenación Sacerdotal: 29 de Junio de 2000 (año Jubilar), día de San Pedro y San Pablo

1.- ¿Qué recuerdos guarda de su infancia y cómo llega a influir en usted para ser un cristiano convencido?

Recuerdo que, antes de hacer la primera comunión, todas las tardes iba a mi parroquia a rezar con un grupo de señoras el Rosario, de ahí viene mi amor grande por la Virgen Santísima. Conocí de verdad al Señor en un grupo de jóvenes cristianos de los Jesuitas; allí viví muy intensamente la fe y fue de verdad donde conocí a Cristo.

2.- ¿Cómo definiría su experiencia como diácono de Punta Umbría?

En Punta Umbría, junto al que hoy es el Párroco de Almonte, Don José García, hice mi experiencia como diácono, allí aprendí lo que es ser sacerdote y cómo debe de funcionar una parroquia. Hoy en día, gracias a esa experiencia, quedamos unidos para siempre, Don José y yo, como muy buenos amigos.

3.- ¿Y su paso como Párroco de Encinasola? ¿Qué supuso para usted?

Mi primera parroquia como cura fue la de Encinasola, a la que quise con locura, con toda mi alma y en la que viví mis primeros años de cura. Esa fue la niña de mis ojos, ya que fue donde comencé el ministerio sacerdotal, y además siempre fue una gran Parroquia, ya que era un pueblo sumamente espiritual y piadoso.

Mi experiencia allí me ha dejado marcado para toda mi vida, trabajé con muchísima ilusión y con muchísima dedicación y ellos siempre me correspondieron en todas mis iniciativas pastorales y evangelizadoras.

4.- Hay momentos decisivos en la historia de toda vocación. ¿Cuál fue el momento más decisivo en la historia de la suya?

Un momento de gracia y de salvación fue mi paso por Punta Umbría, allí aprendí muchísimo y me ilusioné terriblemente con el ministerio.
Y el momento mas decisivo de mi vida fue el día de mi ordenación sacerdotal. ¡Qué regalo más grande me hizo el Señor, a pesar de mis limitaciones!. Me hizo ministro suyo.

5.- ¿Ha tenido mucho que ver su devoción a la Virgen?

Siempre mi vida ha tenido un carácter profundamente mariano. La Virgen ha significado tantísimo en mi vida como cristiano y como sacerdote que creo, muchísimas veces, que a Ella le debo muchísimo de lo que hoy soy. Tener una Madre tan especial para mí, siempre fue una seguridad en mi ministerio y en mi vida de cada día.

6.- Un día su Obispo lo requiere en Almonte. ¿Cómo recibió ésta noticia?

Con confianza, ya que mi obispo me mandaba a aquella Parroquia porque confiaba en mí, que sería capaz de trabajar en aquel pueblo, y así es como fui y llegué a Almonte.

7.- Nos consta que su paso por Almonte como Vicario Parroquial ha dejado muy buenos recuerdos, ¿qué ha recibido usted de éste pueblo?

He recibido tantísimo que no podría enumerarlo, sobre todo el orgullo y la alegría de haber podido compartir con ese pueblo el cariño por su Patrona: la Virgen Santísima del Rocío. He recibido grandes amigos ante los que hemos quedado unidos para siempre en el cariño y la amistad.

8.- Es usted muy rociero. De todo lo que ha vivido tan cerca de una imagen tan querida, ¿qué es lo que más le ha podido impresionar?

Cómo la Virgen es un canal seguro y eficaz para acercarnos a su Hijo Jesucristo, y así seguir viviendo la fe.

9.- Ha tenido usted la suerte de tenerla muy cerca, de poder hablar con Ella en la intimidad, cuando no hay nadie en la ermita, ¿qué tiene para usted de especial la imagen de la Virgen del Rocío?

Eso que dice la sevillana de Muños y Pavón: "la Virgen del Rocio no es obra humana"... Es una imagen bendecida por el Señor para atraer a muchos hacia Él.

10.- ¿Puede ser el Rocío semillero de vocaciones sacerdotales y religiosas?

Esperemos y deseamos que así sea, que muchos de esos jóvenes que van al Rocío se acerquen de verdad a Jesucristo y a la iglesia, y puedan responder generosamente entregando sus vidas al Señor como hizo la Virgen Santísima "aquí está la esclava del Señor, hágase en mí, según tu Palabra".

11.- En estos años, ha tenido además, la oportunidad de llevarla sobre sus hombros, ¿se mezclan muchos sentimientos? ¿Quién siente más en esos momentos: el Sacerdote, el hombre, el cristiano?

En todo lo que tiene que ver con el Rocío el que siente de verdad es el que quiere en lo profundo de su corazón a la Virgen Santísima. En relación al Rocío creo que lo que siente un almonteño nunca puede llegar a ser como lo que siente uno que no es de Almonte. Se mezclan sentimientos de tradición, cultura, religiosidad, familiares, etc etc etc

12.- En la Romería de Pentecostés, le hemos visto siempre al servicio de las hermandades, especialmente de aquellas que no tenían cura para que rezaran la Salve, ¿Qué ha sentido usted al rezar esas Salves a la Virgen? ¿Tiene recuerdos especiales de alguna de ellas? ¿Son todas iguales o todas diferentes?

Siempre he sentido alegría de poder compartir con tantísima gente el amor a la Virgen. Tengo tantísimos recuerdos, pero siempre cada una es especial, porque son gentes distintas y momentos distintos. Y porque la mirada maternal de la Virgen siempre es con amor hacia cada uno de sus hijos.

13.- Ahora está desempeñando una nueva labor. Nuevamente su Obispo lo llamó a ofrecer su servicio en otro lugar. ¿Le costó mucho abandonar Almonte?

Sinceramente sí que me costó, porque yo en Almonte era muy feliz, pero nosotros tenemos que ser hombres ligeros de equipajes y obedientes a lo que la Iglesia nos pida. En éste momento mi obispo pensó que tenía que irme de Almonte y venir a otro pueblo, y lo que mi obispo crea es lo que Dios quiere para mí. Esa es la voluntad del Señor y yo sólo quiero hacer lo que Dios quiera.

14.- ¿Qué diferencia hay entre el Vicario Parroquial de Almonte y el Nuevo Párroco de Villalba del Alcor?

No se puede comparar, son dos realidades totalmente distintas, en vez de diferencia diré que nos une lo mismo, la misma fe, la misma Iglesia y el mismo ideal, que es ser santos.

15.- Seguramente usted está llevando Rocío a muchas personas de su Parroquia, ¿Cuál es el Rocío que los rocieros deberíamos de llevar al mundo?

Debemos y creo que la Virgen cuenta con nosotros para ser presencia de Dios en medio de nuestro mundo y de nuestra sociedad. No podemos quedarnos parados, tenemos que comprometernos en hacer un mundo más de Dios y como Dios quiere.

16.- ¿Qué mensaje nos daría usted a todas las personas que leen éstas páginas?

Creo que tenemos la gran dicha de vivir la Fe en comunión con la Iglesia de las manos de la Virgen Santísima del Rocío, eso nos tiene que estimular a seguir trabajando y haciendo presente a través de este periódico rociero la Gloria de Dios.

No os desaniméis nunca de querer cada día más a la Virgen, de Ella todo es poco. ¡Ánimo y seguid construyendo un nuevo mundo a través de los medios de comunicación!.

Para nuestro Periódico Digital Rociero ha sido un regalo conseguir que Don Manuel nos haya abierto el corazón de ésta manera y le agradecemos públicamente el cariño que siempre nos ha manifestado y la disponibilidad con que siempre nos atiende.