La Virgen del Rocío recorre las calles de la Aldea entre oraciones y alabanzas




La Virgen del Rocío recorre las calles de la Aldea entre un río de oraciones y alabanzas que los rocieros llevan a sus pies.

Esta pasada madrugada, un año más, la Virgen del Rocío salió de su ermita para llenar de esperanza y alegría a los rocieros y devotos que se congregaban a sus puertas, esperando un nuevo encuentro con Ella.

En el interior del santuario los almonteños aguardaban el momento oportuno de acercarse hasta su paso para estar bajo sus costeros.

Tras el rosario de Hermandades, el Simpecado de la Hermandad Matriz fue aproximándose pausadamente hasta alcanzar la concha que corona el dintel de la puerta, el Hermano mayor avanzaba entre salves para llegar al altar y, poco a poco, en ese clima de emociones y sentimientos de fervor y pasión por la Patrona, el pueblo de la Virgen volvió a llevar su paso. Desde fuera se oían palmas y vivas, como un eco que ya hacía presagiar que estaba próxima su salida a la calle.

Y salió la Virgen del Rocío, y se dejó querer y volvió a manifestarnos su querer con la presencia de su bendita imagen entre los rocieros.

La Virgen empezó a recorrer las calles de la Aldea, visitando a cada una de las Hermandades, representadas en sus respectivos Simpecados.

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Pasado el Rocío informaremos y evaluaremos de manera detallada estos días grandes de romería 2015.