Él hablaba del templo de su cuerpo

Compartimos hoy con nuestros lectores de periodicorociero.es una reflexión que fue realizada por Orígenes, presbítero y teólogo, sobre la lectura del evangelio de hoy domingo.

“Destruid este templo y en tres días lo levantaré.” (...) Tanto el templo como el cuerpo de Jesús son, para mí, símbolos de la Iglesia... El templo será levantado y el cuerpo resucitará al tercer día...Porque al tercer día surgirá en el cielo nuevo y en la tierra nueva (2Pe 3,13) cuando los huesos, es decir, toda la casa de Israel (Ez 37,11) se levantará en el gran día del Señor, y la muerte será vencida.

Al igual que el cuerpo de Jesús, sujeto a la condición humana vulnerable, fue clavado a la cruz y sepultado, luego resucitado, así el cuerpo total de los fieles a Cristo ha sido clavado en la cruz con él y “ya no vive” (Gal 2,19)

En efecto, como Pablo, cada uno de ellos no se glorificará de nada si no es en la cruz de Nuestro Señor Jesucristo, que hizo de Pablo un crucificado para el mundo y el mundo para él. (cf Gal 6,14)...”Porque hemos sido sepultados con Cristo”, dice Pablo y añade, como si hubiera recibido una prenda de la resurrección: “Y con él somos resucitados.” (cf Rm 6,4-9) Cada uno camino por una vida nueva, que todavía no es la resurrección gloriosa y definitiva...Si alguien es puesto en el sepulcro en este tiempo, vendrá el día en que resucitará.