A la memoria de Juan Bernal Cardoso, de un amigo almonteño

En recuerdo de Juan Bernal Cardoso, que hace unos años, en el 2.017, partió a la casa del Padre.

Sin decir adiós, un día preparó su carro imaginario. Lo vistió con flores nuevas y le colgó con orgullo el cartel de “La Peña el Quema” y, como el día de la salida, enganchó sus tres mulos y nombrando al “Pericón” salió desde Santo Domingo caminito del Rocío.

Sin cohetes, ni sones de flauta y tamboril; sin relinchos de caballos, ni peregrinos rebosantes de “jo cubo” de lata, aquella mañana de camino, estará en la frondosa arboleda de la Canaliega, estará en aquella pequeña casita de la Calle Bellavista cultivando a una familia cristiana y rociera. Estará cuando la Virgen esté casi sola en su altar una mañana temprano de Pentecostés, estará en la calle Almonte cuando la Señora esté esplendorosa, rezando la Salve al Simpecado de su Hermandad jerezana…

…Y estarás, amigo del alma, en un lugar en el costero de la Señora con tus amigos de Almonte, tu pueblo de adopción.

Nosotros te echaremos de menos, pero estamos muy seguros de que tú siempre estarás con nosotros, vigilando los pasos que damos por las arenas.

Gracias, amigo, por enseñarme a ser, cada día, mejor persona.

Descansa en Paz y allí, en aquellas Marismas Sagradas, sigue siendo fiel a la Santísima Virgen del Rocío.