Cuando va de Pastora

A la mayoría de mis amigos les gusta mucho la Virgen de Reina. A mí también, porque es de Reina como más veces la vemos, porque Ella es así, Reina del cielo y de la tierra.

Pero no se me puede borrar nunca el recuerdo de haberla visto de Pastora, hecho que ocurrió en el anterior traslado de la Virgen, el año 2005. Nunca la había visto vestida así, solo en estampas, pero a Ella nunca y me dijo tanto con esas ropas tan bonitas que aunque me gusta de Reina, yo estoy deseando que llegue el momento de verla de Pastora otra vez.

No sé decir uno a uno los motivos, porque serían muchos pero verla tan sencilla, tan cerca, con el pelo lleno de tirabuzones, su niñito vestido de Pastor, como Ella, el sombrero de la Virgen con esas flores alrededor… Eso creo que va a ser para mí inolvidable. Es de lo mejor que me ha pasado en el Rocío.

El camino también lo hice andando hasta Almonte. Pensé que por mi alergia no lo iba a soportar pero para nada, porque lo hice cerca de la Virgen y estoy segura que fue Ella la que me ayudó para que no me pasara nada.

Fui todo el tiempo rezándole Salves, uniéndome a las que rezaban y feliz de estar viviendo todo aquello.

No sé si sería casualidad pero nunca he tenido tan cerca a la Virgen como ese año, que parecía que cuando yo me retiraba un poco corría Ella hacia mí y cuando yo me quedaba atrás se esperaba Ella. Me marcó tanto que desde entonces la llevo en mi cartera solo de Pastora y no porque de Reina no me guste, ¡cómo no me va a gustar si me parece siempre guapísima!, pero todo aquello fue tan importante para mí y en un momento tan delicado de mi vida, que cuando me veo cuesta abajo miro corriendo la foto para acordarme de lo que Ella me ayuda.

Espero que mi experiencia, escrita en este artículo, le sirva también a otras personas a tener confianza en la Virgen.