Carta a la Virgen con sello urgente



Querida Madre del Rocío:

Te escribo y te envío esta carta por correo certificado, con sello urgente y con acuse de recibo. Lo hago así porque hay momentos en los que necesitamos saber que Tú escuchas lo que te suplicamos.

Y yo lo sé. Yo sé que no pasas por alto una palabra, una frase, todo un monólogo, cientos de silencios o miles de lágrimas. A Ti no se te va nada, porque Tú puedes con todo.

Pero fíjate que hoy parece que llevo un cuestionario en el corazón. Tengo tantas preguntas por hacerte que me asusta no obtener respuesta y aun más no obtener la respuesta que quiero.

Esta vez es urgente, sí. Porque Tú sabes cómo está el patio, como decimos por estos lares. Sabes que hay gente desesperada que necesita trabajar, sabes que hay personas que no tienen ni para comprar una triste barra de pan para poner sobre su mesa, sabes que hay quien se siente solo, sabes que hay quien no tiene a nadie que le preste ayuda, sabes que a veces es complicado seguir teniendo Fe cuando a pesar de ello lo que se sigue viendo alrededor es lo contrario de lo que se espera.

Pronto tendrás a la multitud a tus plantas. Pronto te sentirás aturdida con tantas voces a la vez pidiéndote tu auxilio, pero ¿a quién iremos sino a Ti, que eres nuestra Madre y nuestro consuelo?

Anda, tesoro mío, firma Tú misma el acuse de recibo y échale una manita a todos los que se confiesan necesitados de ti. Que nadie diga que no mereció la pena haber depositado en tus manos sus miserias, sus sufrimientos y el peso de sus corazones.

Yo, de antemano, te doy las gracias porque tengo la certeza del poder de tu intercesión y eso me basta para seguir confiando y para decirle al mundo que jamás pierda la confianza.

Francisca Durán Redondo
Directora de periodicorociero.es