Esos días marianos como el de hoy




Hay días en el calendario que te hacen recordar la presencia intercesora de la Santísima Virgen a lo largo de la vida.

Hoy es, sin lugar a dudas, uno de esos días señalados del almanaque: fiesta dedicada a la Santísima Virgen del Carmen, una devoción muy extendida que desde hace siglos viene acentuándose y perpetuándose en las generaciones presentes y, da toda la sensación, de que también la conocerán las futuras.

Es raro encontrar alguna familia cristiana en la que, al menos uno de sus miembros no sea devoto de la advocación de la Virgen del Carmen, relacionada estrechamente con el mar, también con las almas que pasan por tempestades y tormentas.

Los rocieros, que nos dirigimos con amor a nuestra bendita Madre del Rocío, hoy miramos con afecto y gratitud a la reina del Carmelo, encomendándole la tempestad por la que muchos están pasando, para que Ella venga a traer la calma y la serenidad a quienes lo necesitan.

Que nos rocíe de su gracia abundante y en el paseo que realizará por calles de nuestra geografía, o atravesando los mares, nos traiga las bendiciones de Dios que tanto anhelamos y seamos fortalecidos en la fe, robustecidos en el amor, preñados de esperanza y fortaleza para alcanzar los objetivos que, por su mediación, a Dios le confiamos.

Nadie como una madre para saber llegar al corazón de un hijo, por eso hoy a Ella le encomendamos todo lo que albergan nuestros corazones.

Francisca Durán Redondo
Directora de periodicorociero.es