Te necesito




Todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos dicho a la Virgen “Te necesito”. Lo hacemos con la esperanza de que nos escuche y tenga en cuenta la súplica, la oración o la intención con la que nos dirigimos a Ella.

En realidad siempre nos sentimos necesitados de su protección, porque nos empuja a avanzar sin miedo a caernos y a tener la seguridad de que sus manos se adelantarán para cogernos.

“Te necesito” es una llamada de auxilio, una manera de decirle a nuestra bendita Madre del Rocío, que su presencia es una prioridad en nuestras vidas, que sabemos de nuestras debilidades, de nuestra pequeñez, pero también sabemos de su bondad y de su grandeza y de la habilidad de su dulzura para convencer a Dios de que actúe a nuestro favor.

“Te necesito” es aceptar que no somos autosuficientes, y que nos sentimos en terreno seguro acercándonos a la que es la llena de gracia, maestra de oración, a la que supo decir sí al Señor sin preguntarle para qué ni por qué; a la que es ejemplo de confianza plena y sería incapaz de traicionar la confianza de cualquiera de sus hijos.

Y es que nadie que esté necesitado de la generosidad de la Virgen sale vacío tras haberse dirigido a Ella. Al contrario, a pesar de que sabe antes de que se lo digamos lo que más falta nos hace, su corazón espera pacientemente a que seamos nosotros los que depositemos en él nuestras inquietudes y preocupaciones, nuestras penas y nuestras alegrías; todo lo que hace que el alma se sienta pesada y cansada.

Nunca tengamos miedo de decirle a la Virgen “Te necesito”, porque removería cielo y tierra para que nuestro grito se transforme en esperanza y nuestra esperanza tenga como resultado los milagros de Dios.

No hay temor que la Virgen no pueda sustituir por una fe fuerte y firme, enraizada en lo más hondo del corazón, del que emergen los mejores propósitos y los más importantes valores.

Que a todos nos ayude su intercesión, que a todos nos libere su protección, que a todos nos llene su paz y a todos nos abrace su amor y su ternura.

“Te necesito” es una de las jaculatorias de los rocieros, que nos recuerda nuestra humildad y nos traza el puente entre la Virgen y el dador de todas las gracias.

Francisca Durán Redondo
Directora de periodicorociero.es