Lo que Ella nos trae, es bueno




Así, tal cual sintetizo en el título de mi editorial de este lunes, lo que Ella nos trae, lo que la Virgen nos trae, es bueno.

Lo he sentido de tantas veces ir a mirarla por si encontraba algún titubeo en lo que me decían sus ojos, en lo que me transmitía su sonrisa, en lo que me daba la paz descarada que no oculta su semblante. Y ha sido invariable, inamovible y firme.

Y lo sé con la misma certeza con la que sabemos que el sol sale todos los días, con la seguridad con la que afirmamos que sin agua nos morimos; de ese modo contundente afirmo hoy que la Virgen, lo que tiene para todos, es bueno. Lo he visto día tras día, durante el tiempo que he podido estar con Ella, en los previos, durante y una vez pasada la Romería de Pentecostés.

Porque ha sido ir a verla y es cuando para mí, empezaba a salir el sol. He acudido sedienta de su Amor y en su mirada he descubierto la abundancia de su Rocío para saciar a nuestra generación y a las que vengan. Me he reencontrado con Ella, a pesar de ir tantas veces a su encuentro. Las más nimias necesidades se ven colmadas en su presencia.

Y no sé cuántas vueltas le he dado a esto después de haber regresado de su presencia, pero tenía claro que debía expresarlo porque nada que nos den sus manos es para que nos lo apropiemos como único, sino para que lo administremos como nuestro, de todos.

Y a todos los lectores de Periódico Digital Rociero os lo digo: sed confiados, no penséis en lo negativo que adolece en este momento vuestra historia, agradeced de antemano lo que la Virgen nos trae, que es bueno. Agarraos a eso y no permitáis que nada ni nadie os haga doblegar ante una Verdad tan grande como la fuerza de su intercesión y de su ayuda. Yo lo he sentido en lo más hondo de mi corazón y nada me haría más feliz que tú también pudieras sentirlo.

Francisca Durán Redondo
Directora de periodicorociero.es