El repique de campanas

La primavera que llegará, eclosionará en esos naranjos llenos de azahar, las tardes más largas por el cambio horario, todo nos pondrá en sintonía con todo aquello que viviremos en próximas fechas.

El volteo de las campanas de nuestra Parroquia, el tronar de los cohetes y el toque de los tamborileros, nos convocaran un año más a todos los hermanos de esta Hermandad del Rocío de Bollullos de la Mitación a asistir a todos los cultos a nuestro Bendito Simpecado.

Como peregrinos que somos, lo primero que celebraremos será el traslado del Simpecado desde su Ermita de Roncesvalles hasta la Parroquia de San Martín de Tours y allí celebrar dichos cultos para más tarde ponernos en camino hacia el Santuario del Rocío.

Lo que define al rociero es siempre ser persona en caminos llenos de fe, para poder hacer frente a las dificultades y obstáculos, que aparecerán a lo largo de toda nuestra vida, hasta que llegue el día de hacer esa peregrinación definitiva y contemplar en esas Marismas Eternas, a nuestra Señora y Madre del Rocío junto al Pastorcillo Divino.

Rociero, deja que te impacte el dolor de Cristo y de su Madre María Santísima, para cuando te pongas en camino, vivas en plenitud la venida del Espíritu Santo en ese Pentecostés iluminado por la Blanca Paloma.

Rocieros, seamos peregrinos abiertos a tantos hermanos nuestros, con los que conviviremos en ese camino, que nos enriquecerán con sus experiencias, su forma de vivir su fe rociera, no olvidemos la Misericordia, que tiene que estar siempre presente en nuestro actuar como hermano. Estando cerca del enfermo o el que sufre, tendiéndole la mano al necesitado y ayudar al que vive solo o se siente marginado. Pero ese encuentro también nos ofrece a nosotros la oportunidad de comunicar nuestra fe y experiencia rociera y sentirnos cristianos y rocieros. Hombres y mujeres que vivimos una misma fe y caminamos con una misma esperanza, la de verte a ti Blanca Paloma, Madre del Rocío.

¡Viva la Virgen del Rocío!

Francisco Guerrero