Peregrina del Simpecado de Coria del Río

Por tres romerías seguidas he tenido el honor de ser peregrina de la Hermandad del Rocío de Coria.

Tres romerías que me han servido para ver en primera persona cómo en el Rocío se comparte, se siente y se vive al lado de otras personas que llevan la misma fe que tú en la Virgen.

No cabe duda de que la Hermandad la hacen los hermanos, pero los que vamos de “agregados”, como fue mi caso, podemos aprender mucho de esos hermanos que se desviven por sus hermandades, y saben que pertenecer a ellas es toda una responsabilidad para con los de dentro y para con los de fuera.

Coria del Río es un pueblo con gran tradición rociera, se podría decir que el año entero se puede sentir el Rocío, creo que habrá muy pocas casas donde no hay un recuerdo de la Virgen, una medalla, un cuadro o una foto de Ella.

Hay familias que están todo el año pensando en el próximo Rocío. Viven la romería presente y tal como llegan a Coria ya están con los ojos puestos en el siguiente.

Los mayores son una escuela para los niños y los niños son la semilla rociera que siguen haciendo que a Coria del Río les queden muchos Rocíos por delante.

Yo espero que cada vez que pueda ir al Rocío pueda seguir yendo con Coria del Río, que es el Simpecado ante el que he rezado por el camino, y la imagen que he vivido solo tres años, pero me han servido para muchos más.