En el momento de irme

En este momento me encuentro a punto de irme a otro país porque en el mío no tengo trabajo.

Me ha costado muchas lágrimas ésta decisión pero no he tenido otra salida que esta y a primeros de marzo me embarco en una aventura totalmente nueva para mí: nuevo país, nuevo idioma, nueva gente…

Mis padres me apoyan aunque están tristes, mis hermanos me animan pero lloran cuando yo nos lo veo, mis amigos me comprenden pero nos cuesta esta separación que no sé por cuánto tiempo será. Yo quiero pensar que será algo provisional y seguiré enviando currículum para volver cuanto antes, pero si no me llaman no me quedará otro remedio que seguir trabajando fuera.

Lo que más me va a costar es no poder ir al Rocío como lo hago ahora, que voy mucho a ver a la Virgen. Le he pedido con insistencia el trabajo y me lo ha dado, lejos pero me lo ha dado, por lo tanto no tengo derecho a quejarme aunque me cueste separarme de Ella.

Me preguntó mi padre que si quería hacer algo especial antes de marcharme, alguna merienda o algo para mis amigos y mis familiares. No quiero pensar demasiado en la despedida pero les he pedido que en el momento de irme, tal como me despidan en la estación me hagan el favor de visitar a la Virgen del Rocío, de recordarle las cosas que le he pedido y de agradecerle lo que me da.

Yo iré a verla durante este mes todo lo que pueda pero ahora serán mis padres los que tomen el testigo de mis visitas que siempre me han servido y me han hecho mucho bien.