Los que se quedan en el camino

Hay amigos que terminan convirtiéndose como en familia de uno y cuando alguno de ellos se queda en el camino se siente tal dolor que es imposible recuperarse del todo. Los recuerdos ayudan pero también duelen porque te hacen darte cuenta de que no están o de que están pero de otra forma, y no de la forma en que nos gustaría seguirlo teniendo con nosotros.

De todos mis amigos hay uno que se fue antes de tiempo, a mí me parece que es así, porque si Dios lo quiso de esta manera es porque consideraría que ya era tiempo de llevárselo pero a mí y a los que lo queríamos nos quedaba mucho por compartir con él.

Hace poco recordaba todo lo que con él he vivido, también mi familia con la suya y la multitud de recuerdos que salieron relacionados con el Rocío, que no sabría deciros cuál es más bonito que otro porque la Fe en María ha sido siempre el punto que más unido nos ha tenido.

La Virgen del Rocío ha sido para él más que para mí, no digo con eso que yo no la quiera, porque me gusta el Rocío y me emociona esa imagen especial de María, pero él la llevaba en todas partes y más que nada en el corazón y en sus comentarios, esforzándose para que muchas personas fueran al Rocío y lo conocieran y no lo juzgaran tan equivocadamente.

Una de sus hijas se llama Rocío; la chiquilla se hizo de rogar porque con todo el deseo que tenía de ser padre y su mujer de ser madre, tuvieron que esperar seis años entre tratamientos, desilusiones y vuelta a recuperar ilusiones y otra vez tratamientos, hasta que la Virgen del Rocío les dio lo que pedían, porque a Ella no se cansó de pedírselo hasta que se lo dio.

Hace ahora dos años que murió. Dejó mujer, una hija y un hijo, una familia destrozada y unos amigos a los que nos quiso como si también fuéramos de su familia y que todavía ni nos creemos que Antonio se fuera tan pronto.

Le doy gracias a la Virgen del Rocío por él, por lo que hemos compartido y porque sus amigos también nos vamos a encargar de que su recuerdo nunca muera porque para mí era un ejemplo de la buena amistad y también un ejemplo como persona y como rociero.