La noche más bella, jamás soñada

Las piezas paso a paso van encajando, y este puzzle de Amor día a día va tomando forma en el firmamento de Almonte, con el corazón “partío” por tu ausencia, siento como dibujas desde el Cielo cada detalle por y para tu Patrona. Matías, no hay manos que trabajen con más cariño, ni bóveda celeste más perfecta, tú lo sabes y tu Pueblo que te quiere, te añora. Tu esencia se despliega una vez más como una alfombra de flores para su Reina, perfume de ilusiones, manantial de nuevas ilusiones, para adornar el alma con ramilletes de pureza y arcos de sentimientos. Fruto del tesón y la constancia de tu Pueblo que nunca da un paso atrás cuando de su Patrona se trata, ayer quedó escrita una página en la historia del Rocío, y hoy vuelven con energías renovadas para vestir sus calles y plazas con sus mejores galas, y todo por Ella, para acoger en su regazo a su joya más preciada.

No hay noche más bella en el firmamento de Almonte, ni momento jamás soñado en el Universo de los almonteños, apretarse Nobles Leones que una vez más se acerca la lucha de corazones, cientos y miles de escopetas componen con esmero una sinfonía al compás de los ángeles para recibir como mandan los Cielos, a la Reina de sus corazones.

Demasiadas primaveras florecidas han tenido que surcar la marisma para volver a fundirme con mis tradiciones, no son cuatro ni cinco y si fueran seis me quedaría corto, porque son siete los años, y si las cuentas no me fallan, ochenta y cuatro son los meses sin verte de Pastora, pero doy fe que no ha pasado ni un sólo día sin ver como tu Pueblo continúa acudiendo a tu llamada, defendiendo con orgullo las tradiciones, se afana en cumplir cada promesa con el único fin de encontrar una sonrisa en tu mirada.

Voy a contar uno a uno los rayos de luz que quedan para verte, lentamente iré deshojando la distancia que nos separa en el calendario, y para cuando el último rayo de luz acaricie tu mirada, comenzaré a caminar a paso lento, pero constante, siguiendo cada una de tus huellas por el camino de Los Llanos. Sin desviar mis sentimientos te acompañaré en la oscuridad de la noche, mis súplicas y mis salves serán la luz que guíen mis pasos hasta sentir que tus andas me bendicen, y entonces, cuando los astros del Cielo me hablen de Ti, mi alma llena de gozo volverá a latir con fuerza, el corazón entonará un Dios te Salve y juntos volveremos a vivir este Bendito sueño que recorre mis venas y me recuerda donde están mis raíces.

Por Ella, siempre por Ella…