“Amaos los unos a los otros, como yo os he amado”

Hoy compartimos con nuestros lectores de periodicorociero.es una reflexión de la Madre Teresa de Calcuta, que hizo en su día y que pueden venirnos bien para meditar sobre las lecturas que hoy escucharemos en la misa dominical.

Yo digo siempre que el amor comienza en la propia casa. Primero está vuestra familia, luego vuestra ciudad. Es fácil pretender amar a la gente que está muy lejos, pero mucho menos fácil, amar a los que conviven con nosotros muy estrechamente.

Desconfío de los grandes proyectos impersonales, porque lo que cuenta realmente es cada persona. Para llegar a amar a alguien de verdad, uno se tiene que acercar de veras. Todo el mundo tiene necesidad de amor. Cada uno de nosotros necesita saber que significa algo para los demás y que tiene un valor inestimable a los ojos de Dios.

Cristo dijo: “Amaos los unos a los otros, como yo os he amado.” (Jn 15,12) También ha dicho: “...cuando lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis.” (Mt 25,40) Amamos a Cristo en cada pobre, y cada ser humano en el mundo es pobre en algún aspecto. Dijo: “Tuve hambre, y me disteis de comer... estaba desnudo y me vestisteis.” (Mt 25,35) Siempre recuerdo a mis hermanas y a nuestros hermanos que nuestra jornada está hecha de veinticuatro horas con Jesús.