Recordando sevillanas

Una de las cosas que me encantan son las sevillanas. Me puedo pasar horas y horas escuchando sevillanas y más todavía si son rocieras.

Cuando era más pequeña me imaginaba el Rocío escuchando cantar, porque no había ido nunca. Mis padres no eran rocieros, y mi familia menos aun. No había fuertes devociones hacia ninguna imagen pero a mí el Rocío me gustaba y cuando veía en televisión la salida de la Virgen le pedía a mis padres que me llevaran alguna vez.

Pasaba el Rocío y yo seguía con mis sevillanas, que me ayudaban bastante a hacerme una idea de lo que podría ser el Rocío.

Gracias a Dios, cumplidos los diecinueve fui al Rocío por primera vez, un día normal y corriente, festivo, pero no en romería y me quedé impresionada al ver a la Virgen. Yo hubiera querido parar el tiempo en aquel instante.

Me parece que son de aquel año las sevillanas que más recuerdo, porque además les dije a mis padres que ese año iría como fuera a la Romería y los convencí para que fuéramos.

Ya no hemos faltado desde entonces, y yo tampoco he dejado de escuchar sevillanas porque ahora, con más motivo me gusta aprenderlas, porque nunca pensé que algún día podría cantárselas a la Virgen y cuando tengo ocasión y no hay mucha gente en la ermita, en esos días que voy a vela en el año, antes de volverme le canto esperando que a Ella le guste.