Creer a pies juntillas




Al mirar frente a frente a la Virgen del Rocío, caigo muchas veces en la cuenta de que debo creer a pies juntillas. Creer con todas las fuerzas de mi corazón en su fortaleza, en su intercesión, en su misericordia, en su luz, en su ternura, en su protección, en su ayuda.

Y es que nadie pasa por delante de sus ojos sin recibir la gracia de su mirada.

Puedo llegar atormentada por mis preocupaciones, que Ella se convierte en un océano de paz. Puedo estar sumida en una tristeza que no parece tener fin, que Ella acaba por embaucarme con la sonrisa de su Niño. Puedo hacerme mil preguntas que me aturden, que Ella me dice que la única respuesta está en sus manos. Puedo pensar que no valgo para nada, que Ella me sienta en su regazo para decirme “yo sí confío en ti”. Puedo no tener ganas para seguir adelante, que Ella me toma de la mano para continuar juntas el camino.

Nada puedo sola y todo lo puedo con Ella. Por eso creo a pies juntillas en su bendita intercesión, porque es Madre mediadora que nos propicia todo bien, el trampolín que de un solo salto nos lleva a Dios, el consuelo de mis penas y, como decimos en las letanías del Rosario, la causa de mi alegría.

No sé qué habría sido de mi vida sin haberla conocido, pero sé que no quisiera por nada de este mundo vivir esa experiencia, porque la Virgen del Rocío es parte de mi vida, pero yo sé que mi vida también es parte de la suya.

A Ella y solo a Ella van a parar todas mis cosas, el día que comienza y la noche que acaba, el triunfo que consigo y el fracaso que me hace temblar, el problema que me agobia y la solución que encontré para arreglarlo, la familia, el trabajo, los amigos, los compañeros, los conocidos… Lo grande y lo diminuto de mi vida tienen su principio y su fin en Ella, porque con su Rocío el Señor me hace más caso y Él, que es quien realmente lo puede todo, confía plenamente en lo que su Madre le confía.

Si tú, que ahora me lees en esta editorial de periodicorociero.es – Periódico digital rociero, estás pasando por un bache hondo en tu camino, no dejes de confiar ni pierdas la fe, cree a pies juntillas en la mano de la Virgen, deja que Ella se ocupe de sacarte del abismo, su mano jamás te ha soltado, no te sueltes tú de la suya y permítele actuar, porque es capaz de taladrar la tierra para sacarte del agujero más oscuro. Francisca Durán Redondo
Directora de periodicorociero.es