Los viernes de la cuaresma son siempre especiales. Toda la cuaresma lo es para el cristiano. Pero los viernes tienen ese sello que hace que estos días sean únicos.
La cuaresma nos invita a estar continuamente unidos al Señor, meditando sus misterios, en una actitud de reflexión, no solo cuando nos paramos para orar, sino a través de los acontecimientos, las personas y las cosas de lo más cotidiano.
Los viernes, además, se nos llama al ayuno, y a lo largo de siglos las comidas que se elaboran para este día de la semana, se han convertido en tradicionales.
Y sí. Vivimos desde el corazón y con el corazón la intensidad de un tiempo litúrgico que nos prepara para recordar el culmen del amor de Dios, entregándonos a su único Hijo. Pero lo vivimos haciendo que, incluso en la cocina, se note que nuestra preparación pasa por poner más cariño, si cabe, antes de que la comida llegue a la mesa. Las elaboraciones cuentan con lo que nos enseñaron nuestros mayores, que aprendieron a que no se notara que estaban ayunando, sino a que el ayuno fuera una auténtica ofrenda, por pequeña que resultara.
Por eso, cuando hablamos de los viernes de cuaresma, afloran recuerdos de platos típicos, que sin ser grandes manjares, sabían a gloria bendita y vuelven a ser sabores especiales en nuestros días.
Siempre ha habido, unido a esos sabores, una visita hecha a nuestros Cristos y nuestras Vírgenes dolorosas, nuestros Nazarenos, nuestras devociones… Todo un río de devoción que los viernes de cuaresma es arrastrado por el mismo nombre: Jesús.
Los rocieros vemos a Jesús en las manos de la Virgen, hecho Niño y ternura. A Ella, en su bendita imagen de Rocío, la vemos serena, gloriosa y llena de majestad.
Y hoy, viernes de cuaresma, le pedimos a Ella que veamos su gloria tras haber pasado por los valles de lágrimas que se nos presentan en la vida. Que nos deje probar la miel de la Resurrección en la tierra, el Rocío de su salud y el bien a manos llenas tras haber acudido a su intercesión, que jamás falla a ninguno de sus hijos.
Francisca Durán Redondo
Directora de periodicorociero.es