Llevo unos días que no concilio el sueño, me cuesta dormirme porque siento un gran vacío. Llevo días con insomnio, y veo que en el reloj las horas pasan y yo sigo despierta sin poder dormirme. Le pido a la Virgen del Rocío que me ayude, que me dé la mano para que me pueda dormir, y como me siento mal, creo que no está conmigo y, como es lo que más necesito, me entra la pena y me vence el llanto.
Son noches y noches que me han creado un cansancio grande, siento que no puedo con mi alma, mis ánimos no están en su mejor momento y sólo veo el agujero de la tristeza.
¡Sácame de éste pozo, Madre mía!, que no me sale ni la voz para llamarte.
En plena madrugada enciendo una lámpara de poca luz, suficiente para no quedarme a oscuras del todo y empiezo a notar que dentro de mi corazón también hay una luz que no se ha apagado. Cierro los ojos y veo que todo está encendido y te pregunto: ¿eres Tú? ¿Estás aquí? … Y te escucho claramente: «Sí, soy yo. ¿Alguna vez he dejado de estar a tu lado?… Y por fin duermo, duermo como los niños en una cuna, que sólo despiertan cuando le toca la hora de comer, y yo creo que estuve despierta tanto tiempo buscando que me alimentaras.
Gracias porque trajiste luz a mi oscuridad, trajiste alegría a una tristeza que yo no escogí, trajiste esperanza cuando pensé que ya todo estaba perdido. No tengo mejor sueño que Tú. Sólo a Ti te quiero, esté despierta o dormida, con eso no hay tormenta que no pueda superar.
Periódico Rociero
Manuel Cabrera / Rota