Aunque todos formamos parte del mismo planeta, cada país, cada región, cada ciudad, cada pueblo, tiene su historia y sus tradiciones, su idiosincrasia y su peculiaridad y todo lo que nos distingue a unos de otros nos enriquece.
En Andalucía, sin ir más lejos, tierra de María Santísima, te puedes encontrar cosas totalmente distintas en un trayecto en coche que no superan los quince minutos. En la provincia de Cádiz, por ejemplo, no tenemos la figura del Hermano Mayor de la Romería, porque el Hermano Mayor es aquel que en la provincia de Huelva y en algunos puntos concretos de Sevilla, actúa como Presidente de la Hermandad del Rocío.
Qué decir de los cohetes que anuncian el Rocío desde el mismo Domingo de Resurrección, o los cohetes que recuerdan novenas y triduos a la Virgen y que tampoco se dan en todos los lugares.
En estas fechas me gustaría poder estar en muchos sitios a la vez y saber qué se siente cuando se va a visitar a un Simpecado a Casa del Hermano Mayor que durante el año que ostenta este cargo convierte su casa en una improvisada Capilla, o cuando los piteros y los tamborileros recorren las calles para avisarles a sus vecinos que está a punto de comenzar el Rosario, o ponerme en la piel de los niños que juegan en sus carretas chicas a ser carreteros, Alcalde de Carretas o Presidente de su Hermandad, y por supuesto escuchar esa megafonía repitiendo el Ave María a la Virgen para que los mayores o personas impedidas no se queden sin participar de los cultos a su Patrona.
Supongo que también ustedes, al leerme ahora, pensaréis “a mí también me gustaría que el compás de las palmas de la Hermandad de mi tierra sonaran igual que las palmas que lleva Jerez tras tu Simpecado” o quizá tengáis ganas de sentir cómo juegan las voces a convertirse en Coros sin necesidad de ensayo como ocurre en mi Cádiz apenas canta la Salve o tiene ante sus ojos una letra que hable de la Señora. Tal vez ustedes quieran conocer cómo se las apaña la añeja Sanlúcar de Barrameda para hacer que la Misa tenga que celebrarse en la calle porque no cabe la gente en su Capilla…
No tenemos el don de la bilocación, pero Periódico Rociero nos acerca a cada uno de esos rincones, y vivimos el Rocío aquí y allí: nosotros con ustedes y ustedes con nosotros. Es la riqueza de nuestra tierra y la grandeza del Rocío que, una vez más, vuelve a superarnos, nos engancha, nos atrapa y nos aumenta las ganas de estar con Ella.
Todos nos beneficiamos de ser distintos, pero qué maravilla que ante la mirada de la Virgen del Rocío nos sintamos iguales.
Francisca Durán Redondo
Directora de periodicorociero.es