Les habla una rociera de la Hermandad de Lucena del Puerto.
En primer lugar, quiero desmentir esa frase típica que muchas personas ajenas a El Rocío dicen “Los rocieros van a El Rocío sólo por la juerga”. Les digo que eso es mentira.
Mirad, un rociero, para mí, es el que acompaña a su carreta desde que sale de su pueblo hasta llegar a sus plantas, sin importarle la lluvia ni el polvo, el que llora cuando va a verla un día cualquiera del año, el que perdona, y no le guarda rencor al que le hace daño. En definitiva, un rociero es una buena persona.
Aquellos que dicen que sólo vamos por la juerga, y que si no hubiese juerga no iríamos, los invito a que nos vean en los momentos más duros, pero a la vez más emotivos, como aquel año que llovió tantísimo, y aún así, acompañamos a nuestras hermandades sin dejarla sola en ningún momento del camino.
A lo mejor cambiáis la imagen que tenéis y creéis de lo que es un rociero.
¡Viva la virgen del Rocío!
Antonia Mora
Ex presidenta de la Hermandad del Rocío de Lucena del Puerto.