“Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro” (Platón)
¡Menuda frase! Qué bonita queda escrita y qué difícil llevarla a la práctica. Porque normalmente se nos olvida con mucha facilidad eso de “amar al prójimo como a ti mismo”, (ésta no la dijo Platón, la dijo Jesucristo). Nos cuidamos a nosotros mismos, nos queremos a nosotros mismos, deseamos lo mejor para nosotros mismos, pero somos incapaces de pensar que todo lo que queremos y deseamos para nosotros, tenemos que quererlo para los demás.
Cuánto me gusta reflexionar este tipo de pensamientos que me vienen bien para que a mí tampoco se me olvide.
Espero que la Virgen del Rocío nos ayude a todos a ser un poco mejores, a hacer que en nuestros corazones tengamos espacio suficiente para que el bien que buscamos, también lo busquemos para los demás: primero para los que queremos y después para los que no tenemos tan próximos, incluso para aquellas personas con las que no tenemos afinidad, o no compartimos aficiones, gustos o ideales.
Cuando miro a la Virgen del Rocío vestida de Pastora la siento excesivamente cerca. Que al mirarla, de Pastora o de Reina, recibamos esa ternura con la que Ella nos mira a todos, sin distinción, y aprendamos a imitarla y, si no lo conseguimos, no desistamos en el intento.
Francisca Durán Redondo
Directora de periodicorociero.es