Se nos han ido volando los seis primeros meses del año. Y hoy estamos estrenando la segunda mitad.
No sé si la primera parte ha tenido mucho que ver con lo que preveíais cuando el año empezaba, qué habéis podido conseguir de todo lo soñado, o cómo estáis de cerca para conseguirlo.
Si os digo la verdad, a mí me sirve para ver que los planes de Dios no son los nuestros. Y que me quedan por delante seis meses para seguir perseverando, a ver si soy capaz, -siempre con su ayuda-, de finalmente lograrlo.
Decía San Juan Bosco que “Dios no valora los resultados sino el esfuerzo”. Pero claro, también es verdad que deseamos que la relación “Esfuerzo-resultado”, sea acorde a nuestros deseos.
Personalmente, mi gran aliada, la Virgen del Rocío, sé que lleva mis ruegos al Señor, mucho más que yo misma. Ella sabe lo que quiero y lo que necesito, y ante Dios es tan insistente su intercesión, que tengo la certeza de que antes o después, sucumbe a sus deseos.
Julio llega con fuerza a nuestras vidas. Con las puertas abiertas de par en par para que la Virgen traiga en sus manos todo lo bueno que Dios nos quiere dar, que es mucho. Estoy convencida. Y yo, a pesar de ser verano, a pesar del calor y del ajetreo propio de estas fechas estivales, también abro mis manos y mi corazón para recibirlo. Doy las gracias por adelantado a la Virgen, porque es propiciadora de todas las gracias. Le agradezco tanto… Que una vez más le digo: “Mira a todos con tu bondad, y a mí no dejes de mirarme”.
Bienvenido sea este mes, que nos pone de golpe en el ecuador del año.
Francisca Durán Redondo
Directora de periodicorociero.es
