martes, diciembre 2, 2025
spot_img
InicioEditorial¡No juegues!

¡No juegues!

En una noticia que escuché ayer me quedé aterrada al ver a personas totalmente destrozadas por culpa del juego.

Parece que la ludopatía es una de las enfermedades más difíciles de asumir. Se entra en ella como si se tuviera control y se termina arruinado económica y psicológicamente. Es una adicción exactamente igual de peligrosa que la droga.

Quienes la padecen viven un aislamiento descorazonador. Prefieren estar solos. Se vuelven expertos de la mentira porque necesitan jugar por encima de todo aunque no sean conscientes de esa pasmosa necesidad. Sienten asfixia y sensación de ahogo, les oprime el pecho porque les da un miedo atroz saber todo lo que han perdido y vuelven a jugar pensando que así podrán recuperarlo. Uno de los graves errores es creer que se saldrá de una difícil situación si se gana algo jugando cuando lo que se logra con ello es agigantar el problema llevando la situación al borde del precipicio, aumentando las deudas y perdiendo lo que fuera preciso: ahorros, casa, bienes en general. Se apartan de la familia, de los amigos, porque la consideran obstáculos en su camino hacia el juego. Se sienten amenazados o perseguidos justo por quienes pueden tenderles una mano.

Normalmente las personas que padecen esta enfermedad no son conscientes de padecerla. Se excusan continuamente bajo frases como “no volverá a pasar”,“yo no necesito médico” o “yo salgo de esto solo”, pero saben perfectamente que, sin ayuda, esto no lo van a lograr nunca. Juegan compulsivamente, en los bares, en los casinos, en el móvil o en el ordenador. Siempre hay un problema por detrás de ésta adicción al que sólo se llega con atención médica.

Se pide con insistencia, a este respecto, que la ley cambie cuanto antes, porque de momento y por desgracia sigue habiendo máquinas tragaperras en los bares y lugares dedicados a la hostelería, se promueven apuestas y “porras” en los lugares públicos, se fomenta el juego como si fuera una salvación cuando se conduce a la muerte en vida a numerosas personas y, en definitiva, urge una solución para los enfermos ludópatas porque no son abundantes los centros de rehabilitación y urgen, cada vez más.

En la noticia que aludo hablaba un señor que ha logrado rehabilitarse completamente, pero tuvo que hacerlo recurriendo a un herman, primero, reconociendo lo que había, confiándole que necesitaba ayuda y posteriormente a sus padres para hacer frente a su problema y acudir al sitio idóneo donde pudieran ayudarle en su curación, donde el papel de la familia es importantísimo.

Tal como están las cosas actualmente en nuestro país, tal como sigue amenazándonos esta crisis que parece no tener prisa en irse del todo, me asusta pensar que cada vez existan más enfermos que recurran a este tipo de adicciones como el juego, el alcohol o la droga, para liberarse de un problema cuando no se hace más que entrar en la boca del lobo llevando sus propios pasos hacia una gravísima enfermedad.

Hoy, 29 de octubre, “día sin juegos de azar”, le doy gracias a la Virgen del Rocío por todos los que fueron valientes en decir “necesito ayuda, estoy enfermo” y gracias a esa frase lograron salir de ello y ayudar a otros a salir y le pido por todos aquellos que siguen dando vueltas en ese laberinto para que tengan la fuerza de dar el paso hacia la salida.

Francisca Durán Redondo

Directora de periodicorociero.es

+ NOTICIAS

- Publicidad -Moda Flamenca Esperanza
- Publicidad -Agenda Rociera Perpetua
- Publicidad -Pensión Cristina
- Publicidad -Nos vamos de crucero con Jony